Goleadores del Atlético Maniche, Maxi (2) y Pedro López (pp)
Veintiún goles hemos visto en el Calderón en los tres últimos partidos. Es muy probable que esto no se haya producido nunca antes en la historia del club. 11 goles a favor y 10 en contra. Son resultados de otros tiempos, de una competición que ya no existe, porque el fútbol que la mayoría de los equipos practican es enconsertado, previsible y la mayoría de las veces, aburrido.
Pero eso es hasta que se enfrentan contra el Atleti en el Calderón, entonces los equipos se contagian y un poco de acierto de los delanteros y un mucho de errores defensivos producen estos marcadores.
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Lo que empezó siendo un partido vibrante y frenético contra el Sevilla, tuvo su continuación contra el Villarreal y ha culminado en el partido de hoy. La mayoría de las cosas han ocurrido en la segunda parte. La primera un tanto aburrida con un gran gol de Maniche y el empate del Valladolid, otro gran gol, justito antes del descanso.
Sin embargo, las sensaciones han cambiado. No se sabe hasta donde se puede llegar con este estilo de juego, si es que a esto se le puede llamar estilo.
Porque no se ve a un equipo organizado, ni que mantenga una distancia entre líneas adecuada, ni a un equipo que pueda controlar el juego, ni cuando gana ni cuando pierde.
El Atleti de esta temporada se desenvuelve mejor cuando el balón circula a gran velocidad, cuando el partido es de ida y vuelta y el frenesí invade el césped. Ése es el hábitat natural de los futbolistas que tenemos. No busquemos a un futbolista que maneje el partido porque no lo hay. A pesar de que hoy Maniche y Raúl García han sido de los mejores, pero no encuentran apoyo en Reyes ni en Simao, los laterales tampoco se ofrecen y por ahí se atasca el equipo.
Capítulo aparte merece la defensa que será objeto de feroces críticas, todas ellas justificadas, probablemente, pero también es verdad que no encuentran mucho apoyo en el resto del equipo. Hoy salía de titular Valera y me imagino la decepción que tendrá en estos momentos, pero hay que considerar que es el segundo partido que juega esta temporada, el primero de titular, después de ocho meses de baja. Todos los males van a parar a esta línea como si alguien les hubiera echado un mal de ojo: lesiones, resbalones, goles en propia puerta, despistes.
Es verdad, que ninguno de nuestros defensas es un futbolista de categoría, pero creo que no son tan malos como ahora está pareciendo. Muchos pensaréis que hay que fichar en diciembre, sin embargo soy de la opinión de que es muy difícil encontar ahora un defensa de garantías, y para fichar defensas mediocres, pues, digo yo, que ya los tenemos.
No quiero terminar sin destacar el último gol del Atleti. En todas las crónicas que leo en Internet hablan de un golpe de suerte, pero os digo que hay que tener a Agüero para parar el balón en la esquina del área grande y que la pase a Forlán que no la pone a la primera, sino que recorta, con horchata en las venas, para buscar una mejor opción de pase, y luego sí suerte, pero que hay que buscarla.
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La defensa y el portero colchoneros dan pena. Así no podremos ganar nada. Hoy han estado patéticos Zé Castro y Valera. La suerte nos dió una victoria injusta. Lo más justo hubiera sido un empate. un abrazo.